Viste cuando estás cansado de todo? Cuando sentís que las cosas no tienen sentido?
Muchas veces afronté ese estado, en el que el cuerpo deja de ser un medio para comunicarte y valerte por vos mismo, para convertirse en prisión. Sí, en prisión, porque te gustaría salir de vos mismo, porque NECESITÁS mejorar las cosas, porque sabés la fórmula para que todo este bien, pero, quién sabe por qué, las cosas no salen como querés que salgan. Y es que siempre fallás en algo, siempre la acción que logra el fracaso, o peor aún, la ELECCIÓN que te condenó a una inminente frustración. Y es así, no te podés quejar, porque después de llantos y otras cosas, te das cuenta de que después de todo no esta tan mal, y te terminás acostumbrando al fracaso tal como te acostumbrás a las cosas que no te gustan, pero que simplemente las dejás pasar, y das lugar a la resignación, como si, por más extraño que parezca, lo que ayer te pareció tragedia hoy te parece lo normal, y lo que en un pasado fue simplemente un motivo de alegría, es capaz de llenarte de falsa e ilusa felicidad que se marcha tal como llegó, pero vos no estás igual, estás mucho peor, porque recordaste lo que era estar bien y hoy te das cuenta de que sólo te estás engañando a vos mismo. Entonces explotás, y ahí llega el momento (mágico? trágico?)en el que logras escuchar a tu corazón, que te exclama a gritos que ya no aguanta el dolor, a tu cabeza, que desde hacía mucho tiempo no entraba en razón. Y por último, con una susurrante pero firme voz, a tu alma, que siempre cayó y asumió el insignificante valor que le dabas, pero hoy no, hoy no va a permitir que caigas, ya dejó que lo hagas durante mucho tiempo, hoy te va a salvar, hoy te va a dar tantos cachetazos como sean necesarios, pero logra lo que necesitabas. Y ahí, de pronto, REACCIONÁS y tomás la decisión que te rescata del pozo en el que estás. Entonces, elegís empezar una nueva etapa de tu vida, y te encontrás dicéndote a vos misma:
Hoy simplemente marco un nuevo rumbo, dejando atrás fracasos que ayer me hicieron dudar.
Hoy decido por mí, aferrándome a aquellos que confío estarán siempre, porque siempre estuvieron.
Hoy emprendo un nuevo camino, simplemente, sin pensar en el futuro, sin olvidar el pasado, sin aferrarme al presente.
Cuánto va a durar las ganas de reinventarte? No lo sabés.
Al menos la remás un poco más.
Anhelo de salvación
miércoles, 25 de junio de 2008
Publicado por Lushi en 18:35
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentarios:
qué profundo. Viste ? siempre es bueno descagrgarse escribiendo. Y para eso estan los blogs :B jaj love you
Publicar un comentario