Bienvenidos a las ruinas de lo que fui

domingo, 29 de junio de 2008



Ayer me sentí mal,






hoy me siento mal,







mañana me sentiré mal...


Y no quiero hablar con nadie, ni que nadie me pregunte que me pasa, necesito estar sola.
Simplemente, me tiré abajo, en estos días empiezo una vez la construcción de mí misma,
sólo me tomo unos días para pensar y renacer de mis ruinas como un ave fénix de sus cenizas.


Vuelvo a empezar, y vuelvo a ser igual, como pasa desde hace tres años, sin que noten nada, vuelvo a construirme, los cimientos están bien, pero fallo con los pilares, así que tengo que rehacerme de vuelta, espero que esta vez sea la última.


Agunos me notaron más sensible, es porque no tengo techo ni paredes, pero ya va a volver la Lushi de siempre.

Locura de Lushi nº1: Impotencia en Papel

viernes, 27 de junio de 2008


Aquí va la primera de las muchas divagaciones e utopías que encontrarán mientras dure este blog.

Quizás sea porque ahora sé que tengo un espacio para escribir, o por alguna de esas razones extrañas que la vida nos oculta, no sé, pero lo cierto es que me dan ganas de poner en un papel lo que pienso (y siento). Cabe aclarar que con el siguiente texto no pretendo ni imitar un discurso presidencial, ni creerme superior a nadie, ya que este texto va dirigido a mis pares, con la ferviente esperanza de que cada futuro ciudadano busque dar un lo mejor de sí, en búsqueda de una Argentina mejor, en búsqueda de una calidad de vida mas respetable.

Sé qué muy pocos leerán esto, y de esos pocos, muchos (por no decir todos) no estarán de acuerdo, o quizás hasta les parezca que pierdo el tiempo en estupideces. Sin embargo, no creo que pensar sea una pérdida de tiempo NUNCA, y si lo fuera, sólo perdí media hora de mi vida, no creo que sea tanto.


Hoy es día de indignación, de impotencia. Si, ya sé, últimamente me molesta todo, pero si hay algo que realmente me fastidia es la inconciencia de muchos de los que me rodean. Y no es de jodida, o quizás sí, da igual, la incomodidad la siento igual. Y la razón que hoy me inquieta es el hecho de que tantas personas no perciban que cada acción, desición y actitud para enfrentar las cosas puede definir el curso de sus vidas, aún teniendo quince años.

Simplemente prefieren sentirse ajenos del mundo, como si nada los involucrara, como sí cada uno fuera su completo dueño de sí mismo, como si el gobierno y muchos grupos no nos trataran cual si fuésemos marionetas…
¿Acaso no se dan cuenta que vivimos en una sociedad completamente dominada por estereotipos, y por gente que nos obliga a lograr su beneficio personal, descarado y sin escrúpulos? O peor aún, conscientes de este hecho, lo consideran inevitable, como si nada pudiese hacerse al respecto.

Sí, lamentablemente somos parte de esta sociedad totalmente inhumana, superficial y consumista (y tantas otras cosas que prefiero callar) y no existe oportunidad de cambiar eso, pero… ¿por qué no intentar cambiar NUESTRA ACTITUD para con la sociedad? ¿Por qué no aferrarnos a una ideología, formar nuestra postura, y no permitir que nadie nos quite nuestros pensamientos arraigados a nuestra cabeza?

Creo que debemos ser conscientes de que cada uno de nosotros mañana seremos ciudadanos argentinos y llevaremos el mando es esta Nación por la que lucharon nuestros ancestros y camaradas que hoy yacen en sus tumbas, habiendo dado su vida por en búsqueda de la gloria de este país; y también debemos ser concientes de que, si bien es casi imposible que una persona pueda solucionar los problemas que hoy día enfrenta el pueblo argentino, si cada habitante comenzara por un cambio de actitud, las cosas serían un poco mejor.

En fin, no descargué todo, pero sí bastante, espero que aquellos que lo lean, me digan que piensan al respecto.

Tarde de invierno

jueves, 26 de junio de 2008



- ¿Qué hacés?
-Escribo cositas.

Anhelo de salvación

miércoles, 25 de junio de 2008


Viste cuando estás cansado de todo? Cuando sentís que las cosas no tienen sentido?
Muchas veces afronté ese estado, en el que el cuerpo deja de ser un medio para comunicarte y valerte por vos mismo, para convertirse en prisión. Sí, en prisión, porque te gustaría salir de vos mismo, porque NECESITÁS mejorar las cosas, porque sabés la fórmula para que todo este bien, pero, quién sabe por qué, las cosas no salen como querés que salgan. Y es que siempre fallás en algo, siempre la acción que logra el fracaso, o peor aún, la ELECCIÓN que te condenó a una inminente frustración. Y es así, no te podés quejar, porque después de llantos y otras cosas, te das cuenta de que después de todo no esta tan mal, y te terminás acostumbrando al fracaso tal como te acostumbrás a las cosas que no te gustan, pero que simplemente las dejás pasar, y das lugar a la resignación, como si, por más extraño que parezca, lo que ayer te pareció tragedia hoy te parece lo normal, y lo que en un pasado fue simplemente un motivo de alegría, es capaz de llenarte de falsa e ilusa felicidad que se marcha tal como llegó, pero vos no estás igual, estás mucho peor, porque recordaste lo que era estar bien y hoy te das cuenta de que sólo te estás engañando a vos mismo. Entonces explotás, y ahí llega el momento (mágico? trágico?)en el que logras escuchar a tu corazón, que te exclama a gritos que ya no aguanta el dolor, a tu cabeza, que desde hacía mucho tiempo no entraba en razón. Y por último, con una susurrante pero firme voz, a tu alma, que siempre cayó y asumió el insignificante valor que le dabas, pero hoy no, hoy no va a permitir que caigas, ya dejó que lo hagas durante mucho tiempo, hoy te va a salvar, hoy te va a dar tantos cachetazos como sean necesarios, pero logra lo que necesitabas. Y ahí, de pronto, REACCIONÁS y tomás la decisión que te rescata del pozo en el que estás. Entonces, elegís empezar una nueva etapa de tu vida, y te encontrás dicéndote a vos misma:



Hoy simplemente marco un nuevo rumbo, dejando atrás fracasos que ayer me hicieron dudar.
Hoy decido por mí, aferrándome a aquellos que confío estarán siempre, porque siempre estuvieron.
Hoy emprendo un nuevo camino, simplemente, sin pensar en el futuro, sin olvidar el pasado, sin aferrarme al presente.



Cuánto va a durar las ganas de reinventarte? No lo sabés.


Al menos la remás un poco más.